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Justin Lin dirige la tercera parte del reboot de la saga, protagonizada por Chris Pine, Zachary Quinto, Karl Urban y Simon Pegg. Con Anton Yelchin, Zoe Saldana, Idris Elba y Sofía Boutella.
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Tim Bisley, personaje escrito e interpretado por Simon Pegg en la serie Spaced (1999), dijo en el episodio titulado "Chaos": "(...) Tan seguro como que todas las películas impares de Star Trek son una mierda". Y tenía razón, la verdad.
Esta maldición de las peliculas de Star Trek impares despareció con la película número 11, Star Trek (2009). Impar, pero buena. La película era un reboot de la serie original, aprovechando un cambio en la línea temporal que permitía presentar nuevas aventuras del Enterprise del Capitán Kirk. Algo que realmente me gustó de esta película era que los actores respectaban el espíritu de sus personajes pero no imitaban a los actores originales, llevando a su terreno el papel. Fácilmente reconocías a McCoy o a Spock en sus personajes, más difícilmente a Kirk.
Años después llegó la secuela, par, Star Trek: En la Oscuridad (2013), en la que jugaban con la nostalgia al traer a un villano tan clásico como Khan y dar la vuelta de una forma curiosa y (para mí) acertada a una de las mejores películas de la saga, La Ira de Khan (1982).
En 2016 se estrena Star Trek: Más Allá, impar, escrita por el mismo Simon Pegg que escribió Spaced y que actua en la película. La película, en este contexto, es impar y muy impar.
La película tiene un buen principio, con bastantes guiños a la serie de televisión original, pero rápidamente nos encontramos de nuevo con una escena de La Ira de Khan a la que han dado la vuelta. Ya visitamos esta película en la anterior, repetir es poco original. Después de esto, aparece un personaje nuevo en una escena muy mal contada y nos metemos en la más larga y aburrida escena de acción de la franquicia. Explosiones, montones de naves, y un intento de hacerlo todo tan espectacular que acaba por resultar monótono.
A partir de aquí empieza una historia en la que nos encontraremos varios sin sentidos y excusas argumentales que usar más adelante para reutilizar después y todo para enfrentarse a un villano cuya motivación no te explican hasta el final y te da bastante igual. Debo destacar además el papel de Uhura en esta película: si en las anteriores tenía un carácter fuerte, en esta es una mujer florero, una damisela en apuros a quién rescatar.
¿Entonces todo es malo es esta película? Todo todo, no. Hay alguna cosa salvable como la relación entre McCoy y Spock, o el propio Scotty, personaje escrito a medida por el propio guionista para sí mismo.
Una última cosa. En Star Trek necesitaban la nostalgia para que funcionara, y era nostalgia viva en forma de Leonard Nimoy. En En la Oscuridad juegan con la nostalgia al dar la vuelta a una película clásica, siendo un acierto este juego. En esta tercera parte la nostalgia ya sobra. Es la tercera película con este nuevo grupo de actores. Que vuelen solos, que dejen de mirar a la tripulación antigua y, aunque en el pasado, que viajen al futuro y creen su propia mitología, sin volver una y otra vez a lo antiguo, que aunque sea simpático acaba cansando.
ZaraJota
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