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| Imagen promocional de Ale Garza para la serie | |
Quien viniera siguiendo tanto Young Justice como Titans durante los dos últimos años probablemente esté de acuerdo con que ambas series habían perdido parte de su encanto original y que les hacía falta un lavado de cara. Por mucho que me guste Peter David, hace ya bastante que sus guiones para Young Justice eran irregulares y en Titans la cosa apenas ha levantado cabeza desde que se marchó Devin Grayson, autora de unos primeros números estupendos. La idea de dar un giro a ambas series me parece correcta y también que los héroes más veteranos den paso como Titanes a los Robin, Superboy o Wonder Girl de nuestros días. Hasta ahí todo correcto. Pero, ¿hacía falta una serie limitada como esta para cerrar las series? La verdad es que no.
La historia arranca con la típica androide llegada del futuro que causa el caos en cuanto aparece y contra la que se unen ambos equipos. Bien, no muy original pero es el punto de partida. Después de los consabidos mamporros y de que los dos equipos juntos no consigan acabar con el citado bicho (que muy amenzador no resulta, la verdad, pero les da un buen repaso a todos) y de que, evidentemente, todo resulte un malentendido aparece el villano principal de la historia: uno de los androides que Superman usaba hace tiempo como dobles. Uno se espera que, ya que han montado una serie limitada expresamente para cerrar dos series, haya un rival de entidad o una historia con cierto fundamento. Pues no: los tres números son un festival de leches bastante vulgar que termina con la muerte de uno de los protagonistas principales SPOILER a manos del citado Superman robot... una muerte triste para uno de los Titanes fundadores, la verdad. Es el único punto de cierto interés de la historia y, en realidad, parece que todo lo que ha venido antes sea una excusa para llegar a esa muerte.
La historia decepciona, y mucho. Sobre todo cuando viene de la pluma de Judd Winick, que se ha confirmado como un guionista bastante interesante y que en esta ocasión no ha estado al nivel que se esperaba. Esperemos que en la serie regular de los nuevos Outsiders lo haga mejor. El dibujo, que corre a cargo de Ale Garza, es más que correcto y hace que por lo menos la cosa sea bonita de ver. Pero, para la próxima vez, DC se puede ahorrar una despedida tan triste como esta: para una historia así, no hace falta una serie limitada de tres números.
Fan!
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