En una época pasada, el mejor detective para resolver casos surrealistas, no puede ser otro que H2Octopus, un detective decididamente surrealista.
Ficha: Título original:H2Octopus. La cabeza del gato Autor: Diego Olmos Formato: Tomo europeo 60 páginas. Color Precio: 7.50 €
Que Planeta DeAgostini haya perdido los derechos de Marvel Comics puede ser motivo de alegría para muchos aficionados a los buenos cómics que hay en España, pues al perder los derechos de la principal editorial de cómic de superhéroes del mundo la editorial planetaria se ha lanzado a la edición de todo tipo de cómics de calidad sin importar su género, procedencia o fecha de producción (por ejemplo, la reedición de Rip Kirby).
Este cómic, publicado en el típico formato europeo, forma parte de esa iniciativa expansionista de Planeta de abarcar más campos que antes ni se habría planteado en tocar y sólo puede ser clasificado como inclasificable.
El español Diego Olmos firma aquí un cómic de indudable calidad influenciado por los clásicos literarios de la Inglaterra victoriana sobre un hombre sin pasado que en la Europa del siglo XIX decide convertirse en el detective llamado H2 Octopus.
Este detective podría haber seguido los pasos de Sherlock Colmes o Hercules Poirot, pero siguiendo con la tónica surrealista del cómic se decantará por investigar casos en los que está involucrada la Reina de Corazones de Alicia en el País de las Maravillas , el gato de Cheshire o con oponentes que poseen gigantescas flores por cabeza.
El guión es bueno y los dibujos están a la altura de los delirios que nos narra Diego Olmos, pero el autor se excede con tanta profusión de momentos oníricos o surrealistas en algunas escenas y ello hace que se lastre un poco el interés por la historia que quiere narrar.
Aun así, H2Octopus es un buen cómic para quien busque algo diferente.
El dibujo me ha recordado muchísimo a Mignola. De hecho, todo el cómic guarda cierta semejanza con Hellboy, aunque se distancia lo suficiente y se abre a muchas más posibilidades.
Excelente. Y eso que me costó decidirme a comprarlo...