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Cuando fui a ver, con muchas ganas y con media hora de retraso por culpa del cine, la película X-Men Orígenes: Lobezno pensé que a la hora de hacer el comentario de la misma, solo me centraría en lo visto y me ahorraría las comparativas con el cómic que no tienen sentido…
La cosa es que justo al salir del cine escuché a un chico que decía que la película “es una mierda. Se pasan la historia por el forro” a lo que yo, no pude aguantarme, respondí con un “¿qué historia?” y me dijo un poco alucinado por ver a un desconocido que se unía “La de Lobezno Orígenes, no se parece en nada”. Aquí tuve un problema y no supe si decirle que era idiota o solo tirarle un zapato a la cabeza, al final me decidí por contestar “¿Cómo se llama la película?” “Lobezno Orígenes, igual que el cómic” y entonces si pensé que el chico no debía saber leer. No se llama Lobezno: Orígenes, la película que veréis se llama X-Men Orígenes: Lobezno; y al igual que los tebeos de los que saca la idea (que vimos a raíz de la primera entrega cinematográfica de la Patrulla-X y que nos hablaban de Magneto, Pícara y Lobezno) nos cuenta una historia del personaje que encabeza el cartel, antes de que su camino se crucen con Charles Xavier y su equipo de mutantes.
Con esto quiero dejar claro que los que crean que van a ver una adaptación del cómic Lobezno: Orígenes están terriblemente equivocados. Ni los trailers, ni los carteles, ni los spots, ni el propio título de la película indican que vaya a ser eso, así que intentad ver lo que puede esperarse y no lo que mucha gente parece se hizo su propia idea.
En las tres películas de X-Men ya nos encontramos con un Lobezno totalmente alejado del cómic. Un personaje mucho más alto (frente al metro y medio de las historietas), guapo y atractivo, muy poco marrullero, capaz de trabajar en equipo y que además en ocasiones recuerda más a Cíclope, el indómito líder de la Patrulla-X, que al propio Logan de la Marvel.
De forma rápida (una breve sinopsis) la historia de la película nos lleva al siglo XIX, hasta un niño que ve morir a su padre lo que hace que se desencadene su mutación haciendo que de cada una de sus manos salgan tres garras de hueso, con las que logrará matar al asesino. Tras esto, y totalmente aterrado por lo sucedido, unirá sus caminos con el joven Víctor luchando en la guerra, o guerras mejor dicho, hasta que serán condenados en pelotón de ejecución donde por sus poderes de regeneración no morirán y pasarán a trabajar en un especial equipo del gobierno. Este grupo de agentes comandado por William Stryker, Sacerdote en el cómic y militar en las películas, está formado totalmente por mutantes entre los que nos encontraremos viejos conocidos como Fred J. Dukes más conocido como la Mole. Tras un tiempo trabajando con ellos y abatido por las prácticas que llevan a cabo, Lobezno decidirá emprender su propio y solitario camino dejando a quien ha sido su compañero durante décadas atrás.
Durante un tiempo Logan encontrará la felicidad y la paz interior que tanto tiempo le ha sido negada, hasta que Stryker vuelve a cruzarse en su camino, como consecuencia de ello Lobezno se encontrará inmerso en una espiral de violencia, salvajismo, muerte y sangre que parece no tener un final en el horizonte.
La película es una buena historia de acción, con sus justas dosis de amor y ligero toque de comedia (la escena del ascensor, una propia referencia a otra película Marvel) acompañada de un Hugh Jackman que ya ha hecho totalmente suyo al personaje, al lado de la muy buena actuación de Liev Schreiber como ya nos tiene acostumbrados este actor y sin olvidar a Danny Huston en el papel de William Stryker, que aunque buena no llega a la altura de la realizada por Brian Cox.
La historia solo tiene un problema. Son demasiados personajes, algunos casi metidos con calzador, y todo sucede demasiado deprisa. En las películas de X-Men podíamos ver a un gran número de protagonistas, pero al tratarse de una película sobre un grupo de héroes cada uno de ellos tenía su momento de gloria y estaba todo bien repartido. Por el contrario aquí Lobezno es el absoluto protagonista, haciendo que todos los demás estén en un plano secundario (o menos) sin poder reparar más en ellos y en ocasiones dando la sensación de que realmente su inclusión en la narración no aporta realmente nada a la misma. Igualmente el problema del ritmo. En mi opinión todo sucede a demasiada velocidad, si dar casi tiempo a crear un poso en el espectador que sale de una pelea en la que se presenta a un personaje para encontrarse de bruces con otro completamente distinto. Esto es algo que para los lectores del cómic será más sencillo de seguir, ya que los conocen de antemano, pero que para el simple espectador quizá pueda ser un poco caótico.
Si contemplamos esta entrega como una parte más de la saga X-Men debemos decir que cumple sobradamente; encaja perfectamente dentro de la continuidad de las aventuras anteriores (o posteriores si somos correctos al escribir), enriqueciendo el universo mutante al expandir las pequeñas pinceladas que el personaje de William Stryker dejaba caer en la última entrega que protagonizó el grupo. Solo resbala en la reinterpretación que hacen del personaje de Dientes de Sable, con el rostro de Liev Schreiber, llegando a plantearte si en el universo cinematográfico el que sale en la primera película de X-Men no será un personaje distinto (de todas todas en esta entrega siempre lo llaman Víctor, cosa que no sucede con la actuación de Tyler Mane en la primera aventura).
Desde el punto de vista del espectador foráneo al cómic (con lo que suponemos no tiene mayor conocimiento del mismo) la película es entretenida de ver y te hace pasar un más que agradable rato, siendo una divertida historia de acción y una buena película del género superheroico; esto siempre y cuando se tenga claro que vas a ver una película en que el protagonista tiene garras en sus manos y sus compañeros otros superpoderes. Como lector de cómic debo decir que me ha gustado. Creo que la película cumple lo que promete y disfrutarás en todo momento, además de contar con cameos de otros mutantes del tebeo y con alguna sorpresa que hará las delicias de más de uno. Eso si, a los puristas les aviso que es mejor que no tiren su dinero si lo que pretenden ver es exactamente lo mismo que ya nos ha contado el cómic y que han leído mil veces. Para eso ya están las viñetas. Aquí no se cuenta la historia del Lobezno del tebeo, más que nada porque el protagonista es el de las películas.
Como primera parte (y experimento) para iniciar la nueva serie de películas que llevarán el nombre X-Men Orígenes y después el personaje que toque, hay que decir que es un buen comienzo y que augura la realización de nuevos proyectos y otros mutantes, como la muy rumoreada entrega sobre Magneto, que ayudarán a enriquecer la que ha sido una de las más rentables sagas de películas inspiradas en cómics de la editorial Marvel.
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