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| Biografía y bibliografía principal | Nacido el 28 de agosto de 1956 en París, desde 1978 reside en Bruselas. Licenciado en Filosofía por la Sorbona y diplomado por la Écola Pratique des Hauts Études, tras publicar en 1976 su primera novela, Omnibus (Éditions de Minuit), desde 1982 se consagra a la profesión de escritor y guionista. En 1983 elabora la ambiciosa monografía Le monde de Hergé (Casterman), a la que seguirán otras obras teóricas sobre el creador de Tintín, como Les bijoux ravis (Magic-Strip, 1984) y Hergé, fils de Tintin (Flammarion, 1982), o sobre la historieta en general: Case, planche, récit (Casterman, 1991), La B.D. (Flammarion, 1993), L´aventure des images (Autrement, 1996) y Lire la B.D. (Flammarion, 2003).
Como guionista de cómic, ha escrito para François Schuiten la saga de Las ciudades oscuras a partir de 1982. Otros dibujantes con quienes ha colaborado incluyen Alain Goffin –Le signe de Lucifer (Nathan, 1990); Le théorème de Morcom (Humanoides, 1992)-, Anne Balthus –Calypso (Casterman, 1995)- y el francés residente en Japón Frédéric Boilet para quien ha guionizado Love Hotel (Casterman, 1991), Tokio es mi jardín (Casterman, 1997) y Demi-tour (Dupuis 1997).
La actividad de Peeters se extiende al cine, habiendo realizado varios cortos y documentales, así como el largometraje Le dernier plan (1999). Asimismo es autor de varios volúmenes dedicados a la fotografía, en colaboración con Marie-Françoise Plissart, y ha coordinado varias exposiciones, algunas de ellas en torno a Hergé.
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| Opinión del crítico sobre la carrera del autor | 
Puntuación
del crítico: 9 |
Muy original sería el calificativo que yo le daría a las historias que desarrolla. La mayoría de sus argumentos reflejan un mundo misterioso, sin tiempo ni lugar, relacionado con la cultura, las bellas artes, la ciencia. Sus personajes son tan atractivos como un libro antiquísimo encontrado en una biblioteca oculta de un castillo abandonado...
Su relación con el dibujante Shuiten es casi perfecta y el resultado deja boquiabierto a cualquiera que se atreva a adentrarse en el territorio de sus historias. Su éxito se debe a que da la impresión de que, sin ser la misma persona (porque casi casi, si viven en la misma dimensión. Así, el dibujante plasma en el papel a la perfección la imaginación "claroscura" de Peeters y éste traduce a palabras las vertiginosas formas arquitectónicas de Schuiten....
Engancha su lectura y tiene páginas con dibujos que no "despintarían" en ningún museo.....
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