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Ficha libro: Título Original: The End of Eternity Editorial: La Factoría de Ideas Autor: Isaac Asimov Traductor: Miguel López Genicio Nº páginas: 320 págs Precio: 18,14 €
Hace poco escribí una reseña de otra novela de Isaac Asimov, Bóvedas de Acero en la que califiqué a Asimov como el mejor escritor de ciencia ficción del siglo XX. Hasta hace poco había cometido el “pecado” de no haberme leído El Fin de la Eternidad.Una vez leída esta novela, sigo reafirmando mis creencias de que Asimov es el mejor escritor que dio al género de la ciencia ficción el siglo XX.
Novela independiente de sus dos Grandes Sagas, Robots y Fundaciones, es una vuelta de tuerca al tema de una organización por encima del mal y del bien que vela por el bienestar de la Humanidad. La organización en este caso es conocida como Eternidad y desde un limbo más allá del Tiempo va realizando cambios en la Historia para evitar que haya guerras y otra suerte de catástrofes entre los siglos 27 y 70.000. El protagonista de la novela es Andrew Harlan, un Ejecutor que trabaja para la Eternidad cuya misión es viajar a momentos determinados de la Historia para alterar situaciones de forma imperceptible que, a la larga, causan generalmente guerras (como averiar el coche de un científico para que llegue tarde a una conferencia y así retrasar unos años la fabricación de un arma que provocaría un conflicto entre naciones). Poco a poco Andrew se cuestionará los métodos de la organización a la que sirve y si realmente hace bien en alterar el curso de la Historia para que los humanos sean eternamente felices.
Sin duda alguna, esta novela es, junto con Los Propios Dioses, la mejor novela escrita por Isaac Asimov. El planteamiento de la novela es sumamente imaginativo y propone un nuevo y original método para viajar en el tiempo, a la vez que hace una especie de autocrítica a la Perfección de la Psicohistoria y sus psicohistoriadores con esta Eternidad y la gente que sirve en ella, que ante la magnífica situación en la que se encuentran (que son capaces de cambiar gobiernos o culturas con sólo cambiar de sitio un libro en una biblioteca) se comportan como auténticos seres humanos, llegando a utilizar esto de alterar líneas temporales para sus propios intereses. Uno de los puntos fuertes de la novela, aparte de la descripción de la Eternidad, es la especulación que hace en ella de cómo podría cambiar una sociedad a lo largo de los siglos cuando algo es cambiado en el pasado y la completa descripción de las diferentes civilizaciones de líneas temporales distintas que aparecen a lo largo de la narración. El otro punto fuerte son los personajes. Al contrario que en otras novelas de Asimov, en las que aun estando bien perfiladas sus personalidades, los personajes estaban siempre o de parte del bien o del mal; aquí son más ambiguos y se mueven en la gruesa línea gris que separa el bien del mal e incluso los supuestos héroes pueden obrar mal, si lo consideran oportuno. El ritmo narrativo no decae en ningún momento, la historia está narrada con maestría y presenta algunos giros argumentales que sorprenderán a más de uno. Antes de concluir la reseña, me gustaría destacar la buena edición que ha realizado La Factoría de Ideas que, con el tiempo, va desterrando errores pasados.
José Luis Mora jmazarias@dreamers.es
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