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Ficha libro: Título original: The Phoenix Exultant; Or, Dispossessed in Utopia Editorial: Bibliópolis Fantástica Autor: John C. Wright Traductor: Carlos Gardini Nº páginas: 256 Págs. Precio: 17, 95 €
John C. Wright deslumbró al aficionado de la literatura de ciencia ficción con el primer libro de la trilogía bautizada como La Edad de Oro, donde creaba una de las mejores novelas de este género de los últimos años usando como base un homenaje a la edad dorada de la ciencia ficción. Por ello, el reto de escribir una continuación -que no secuela- que estuviera a la altura de la primera entrega, tenía que ser harto complicado por el riesgo que se corría de desvirtuar una obra casi maestra al mezclarla con unas continuaciones no tan logradas como pudiera esperarse.
En este sentido (a falta de leerme la tercera parte de la trilogía) he de decir que Fénix Exultante es una más que digna continuación y sin llegar a superar a su predecesora, sí mantiene el nivel con una lograda historia que vuelve a mezclar en forma de homenaje los elementos más característicos de la ciencia ficción de manera que todo termina pareciendo nuevo.
El inicio de la novela es más accesible para el lector en general que La Edad de Oro merced a que la expulsión del “paraíso” sufrida por Faetón motiva que el desarrollo de la historia no sea casi en exclusiva de ciencia ficción hard o cyberpunk y tengamos entre manos una narración más clásica y, por tanto, menos exigente con los conocimientos científicos que pueda poseer el lector. Tal será el retorno a los clásicos que página a página la aventura de ciencia ficción pura, con coqueteos con el pulp, irá adueñándose de las páginas conforme vayan intensificándose los intentos de Faetón por recuperar su nave y averiguar la identidad de sus enemigos.
El destierro de Faetón (desprovisto de cualquier acceso a la tecnología, como parte de su castigo) a una pequeña comunidad de la Tierra, habitada por otros desheredados de esa cuasi utópica sociedad, nos proporcionará los mejores momentos de esta novela, al mostrarnos el contraste existente entre un personaje acomodado que hasta hace poco lo tenía todo y los habitantes de esa comunidad, unas personas que viven en la miseria y que trabajan duro para sobrevivir en el día a día de unas vidas con fecha de caducidad, pues no poseen el don de la inmortalidad que tiene el resto de los ciudadanos.
Hablando de personajes, no hay duda de que lo mejor se encuentra entre los secundarios y si Faetón es el prototipo de héroe “Heinleniano” (decidido, individualista, seguro de sí mismo y dotado de todas las virtudes de un héroe clásico) los secundarios se me antojan más realistas y tridimensionales. A destacar Dafne Tercia, copia de la fallecida esposa de Faetón; Ironjoi, cabecilla de la comunidad de desheredados en la que debe vivir Faetón; y Atkins, único miembro del ejército de la sociedad utópica en la que viven todos.
Destaca una vez más la capacidad de Wright para crear escenarios donde el “sentido de la maravilla” esté presente y escenas como la cosecha de casas vivientes donde puedan alojarse los habitantes de esa sociedad de expulsados del paraíso es de lo mejor que he visto en el género de la ciencia ficción.
En lo literario, Wright escribe con bastante desparpajo una narración de esas que son capaces de enganchar incluso al lector más exigente a base de estar bien escritas y resultar sumamente entretenidas. Aun así, el único punto menos brillante reside en ciertos diálogos mantenidos entre Faetón, Atkins y Dafne, que pecan de excesiva ingenuidad.
A la espera de ver si Wright remata la faena en La Trascendencia Dorada, no podemos si no felicitarnos por esta gran novela de ciencia ficción.
José Luis Mora jmazarias@dreamers.es
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