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Los Guerreros sin Rostro De Andrés Díaz Editorial Timun Mas – Colección Gorgona 251 pag.
Un aventurero venido del lejano Norte se adentra en el Gran Desierto…
De esta manera comienza la fascinante aventura de Skarrion Gunthar en la novela corta: Los Guerreros sin Rostro. Andrés Díaz, autor del libro “La Maza Sagrada” (segunda parte de éste volumen), crea una historia en la que despliega sus mejores dotes como escritor de fantasía épica. Es una aventura trepidante de principio a fin que sabe dejarnos una sensación agradable tras su lectura. Su Skarrion Gunthar es un personaje bravucón, bocazas, pendenciero, pero a su vez dotado de una moralidad y un código de honor que lo convierten en un caballero andante de la lejana Shakark. El elenco de personajes secundarios que rodean al buen Skarrion tiene entidad propia y una marcada personalidad; a destacar el poderoso Zuadar, un líder implacable de una horda de guerreros del desierto que, inevitablemente, nos traen a la cabeza a los Tuareg de la lejana Libia, Argelia o Níger; o la bella y sugerente Zeyala, cuyos secretos pondrán en mil aprietos a nuestro protagonista. Andrés Díaz tiene una prosa ágil y directa que nos sumerge de lleno en el argumento. Nos hace disfrutar página a página, embarcándonos en una sucesión de episodios que desencadenarán un fascinante final. Quizás, un servidor, echa en falta algo más de descripción; sin embargo, tampoco es necesaria. Los guerreros sin rostro es una novela vertiginosa y, como tal, demasiados rodeos podrían provocar el desgaste en el argumento. Resaltar la maestría que Andrés Díaz demuestra al hablar de los jhibar… ¡¡parece que haya domado uno en el salón de su casa!! Bromas a parte, decir que el libro bebe del mejor Howard. Oasis idílicos perdidos en el desierto, hermosas mujeres de cuerpos esculturales y escasas de ropa, guerreros sanguinarios… pero sobre todo esto, el gusto por la aventura y la acción; dos conceptos que Andrés Díaz sabe manejar muy bien.
Pero si creían que aquí acaba todo… ¡¡no se vayan todavía, aún hay más!! Cinco relatos cortos completan las doscientas cincuenta páginas de éste libro. Cinco relatos que marcarán el pasado y la personalidad de éste aguerrido personaje que es Skarrión Gunthar. En La Ley del Hacha conocemos las raíces de Skarrión, vinculado a un barco pirata llamado Trueno en el que la única ley que prevalece es la del más fuerte. Por contra, El señor del país verde –permítanme señalarlo como uno de mis preferidos- vuelve a sumergirnos en una aventura desenfrenada en el que un grupo de expertos cazadores tratan de doblegar a una extraña criatura emergida de un mundo desconocido y extraño. Es el relato más mágico de todos. Un cuento en el que lo arcano y el erotismo se mezclan con una persecución implacable y en el que el honor (un factor que revolotea a lo largo de todo el libro) marcará el desenlace de la lid. Amor y guerra representa una lucha constante entre la naturaleza salvaje del protagonista y su ansia de libertad; ese deseo subrepticio que trata de aislar al guerrero de una vida sangrienta y, encontrar, por fin, un remanso de paz, alejado del holocausto y la locura. Atención, una vez más, al final porque es uno de los más desgarradores que he podido leer en mucho tiempo. Hijos de la guerra es, de nuevo, una loa al honor y al pundonor de dos poderosos guerreros y, a su vez, contrincantes. Esta es la premisa que parece guiar los pasos de Skarrion Gunthar, y por ende de su autor, a lo largo de todas las aventuras: la consideración a un sentimiento profundo como pueda ser el respeto mutuo. Como punto final nos encontramos con El cobarde, otro relato que encierra una honda reflexión sobre la actitud de los hombres entregados a las armas y cuya vida ha estado vinculada a la muerte y a la guerra. Quizás este sea el relato en el que Andrés Díaz muestra sus mejores dotes de filósofo, pues cada línea encierra una desgarradora moraleja sobre los horrores de la muerte. Lo peor de todo esto es que Los Guerreros sin Rostro es una obra antigua (su edición es del 2003) y, a día de hoy, descatalogada. Esperemos que Timun Mas, con la aparición de La maza sagrada se decida a volver a reeditar esta maravillosa joya de la literatura fantástica española.
David Mateo
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