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You may say that I’m a dreamer But I’m not the only one
Nos hacemos mayores, qué duda cabe, cuando van y te dicen que Dreamers cumple diez años. ¿Tantos? ¿Hace tantos que llevo navegando? Pues va a ser que sí. Yo fui de los pioneros, de los del Dreamers con foro único y sin servidor propio, de los tiempos anteriores al furor de los blog, de cuando la información en papel todavía tenía un mínimo valor, todavía comprábamos discos y películas en las tiendas e Internet era esa cosa que te ponían en el trabajo y jamás pensabas que te podrían llevarte a casa. Entonces Dreamers era pequeñito, casi de salón de estar, y en poco tiempo creció, creció, creció... Más foros, más páginas webs asociadas, incluso una tienda. El Dreamers de hoy poco tiene que ver con el de entonces. Miento, tiene mucho que ver: entonces estaba hecho por un señor, Nacho Carmona, con un sueño tan sencillo y la vez tan excitante como es hablar de tebeos con todo el mundo que quiera hacerlo. Buscar frikis como él, como nosotros, de Cádiz a Barcelona, de Madagascar a Siberia, de dónde haga falta, oiga, y sin convertir eso en un negocio, en un medio de hacerse rico. Y alguna oportunidad me consta que ha existido, y se ha rechazado, en aquellos tiempos de la burbuja de Internet, sí, esa que explotó y a la que sobrevivieron los fuertes, vale, pero también los que se lo merecían, y nada se lo podía merecer más que Dreamers. Dreamers cumple diez años, y todos hemos crecido en torno a él, que por algo es el epicentro de lo que se cuece en el mundillo. Los blogs, la refriega de cada día, todo lo navegable sobre cómic en castellano probablemente no existiría sin Dreamers. O, al menos, sería bastante más pequeñito y menos ruidoso. Nacho sigue queriendo que esto sea de fans y para fans. Le ha costado algún disgusto, y no por ello ha cambiado de idea. Y por eso ha cumplido diez años. Y por eso cumplirá diez más, mientras otros se disolverán como azucarillos. Felicidades a Nacho y sus colaboradores, por este cumpleaños. Felicidades a nosotros, por haber tenido la oportunidad de estar ahí para verlo y creerlo. Soñad con lo imposible. A veces, se hace realidad.
Julián M. Clemente
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