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-La primera pregunta es la que le hacemos a casi todos nuestros entrevistados. ¿En qué momento pensaste que tu futuro estaba en interpretar o escribir historias?
Gran pregunta, sí. Me la han hecho como cien veces (risas). No, a ver... ¿En qué momento me di cuenta? Es difícil, porque para mí siempre fue como un juego. De alguna manera, me di cuenta y me dediqué a ello cuando llevaba ya en Madrid unos años, porque soy de Tarragona, y empecé a hacer otros trabajos, estaba estudiando en la Universidad... y llegué de casualidad a un rodaje para hacer una figuración. A partir de ahí se despertó otra vez todo lo que desde pequeña había sido un juego.
-Bueno, pero el caso es que...
Sí, tomé la decisión y dije “ahora es el momento”.
-Y, cuando ya te metes de lleno a escribir e interpretar, ¿qué debe tener en cuenta un aspirante a actor o a escritor?
Que una cosa es el placer del artista; y otra el camino tortuoso para llegar a disfrutarlo; que no siempre será como uno imagina.
-¿Cuál fue tu primer trabajo como actriz?
Fue un trabajo en el que yo hacía de pitonisa. Era una fiesta para unos americanos en el Hotel Palace. Contrataron a actores para hacer una especie de performance y, en mi caso, me pusieron de pitonisa con unas cartas de tarot, una bola y, encima, en inglés. Me creé un personaje y fue divertidísimo porque, además, había cola, a todos les encantaba... entonces, me dije… “sí esto es lo que me gusta.”
-Una de tus facetas más conocidas como actriz está en los cortometrajes. ¿Cómo te surgió la oportunidad de adentrarte en el mundo de los cortos?
Los cortos siempre vienen cuando uno está en la escuela. Necesitas material para tu primer video-book y colaboras con directores que empiezan también… poco a poco te haces con el material, y con compañeros de profesión, vamos que formas equipo…
-¿Recuerdas cuál fue tu primer corto?
Sí, lo dirigió Vicente Pérez, ahora mismo no recuerdo el título, era una comedia con varios personajes. Le pasaron mis fotos, y me hizo una entrevista; luego nos hicimos amigos.
-Tu primer trabajo más reconocido en los cortos fue “La culpa del alpinista…”
Sí, para mí La culpa del alpinista fue un rodaje muy especial. Dirigía Daniel Sánchez Arévalo, el guión era de Julio Médem y el personaje me encantaba, hacía de la madre de una niña con problemas, fobia al frío.
-¿Qué sentiste al pensar “Estoy en un corto de Sánchez Arévalo y Julio Médem?
Bueno... me sentí muy bien, a gusto... (risas) Fue todo un honor.
-Ese corto tuvo bastante repercusión y pasó por varios festivales de prestigio. ¿Qué te supuso para ti todo eso?
Viajar, recorrerme varios festivales, como en Clermont Ferrand (Francia), o Venecia porque nos seleccionaron en el Festival de Cine… ¡aquello fue mágico!
-Con “Amiguísimas” firmaste tu primer guión. ¿Qué te animó a escribirlo?
Sobre todo trabajar con Alba Gárate, una de las protagonistas del corto y amiga mía. Estábamos juntas en la escuela. Nos hicimos muy amigas y queríamos compartir un proyecto juntas. Dije “si se me ocurre una idea o algo que me guste, lo escribo”. Luego le presenté el guión a nuestro amigo José Carlos, y nos dirigió.
-Los diálogos de ese corto son muy dinámicos y naturales. ¿Te fijaste en algo para escribirlos?
Ah... no, yo cuando escribo me sale muy de las tripas. Lo vivo y lo interpreto mientras lo voy escribiendo. No siempre me fijo en nada concreto. Era una situación entre dos amigas de ficción, un trabajo de personajes. Me inspiré mucho en el personaje de Menchu, que es el que hace Alba. Y, a partir de ella, surgió la historia, el conflicto…
-Después de ese corto, con “Cuando diga papá” te estrenaste como directora...
Sí, Cuando diga papá fue el primer corto que presentamos al Notodofilmfest y quedó finalista. Era un monólogo que se me ocurrió a raíz de un pensamiento muy profundo sobre la muerte y el síndrome de Elektra. Lo junté todo en una idea, escribí el monólogo y dije “voy a hacerlo”. Durante el rodaje lo pasé mal, la verdad…
-¿Y cómo es que lo pasaste mal?
Era una historia dura... y difícil, la primera vez que yo me “autodirigía”. No tenía el apoyo de un director. Me sentí muy sola y que no era capaz... Luego toda esa frustración me vino bien para el personaje. Así que fue una catarsis personal la que viví (risas). Estaba sola con el cámara, que era Daniel Sánchez Arévalo.
-En un corto tan pequeñito como “Bienamados”, ¿cómo se prepara una actriz un personaje que tiene tanta historia, pero que sale tan poco?
En el caso de Bienamados, el personaje lo tenía muy trabajado primero como autora, y luego en los ensayos… lo dirigió mi amigo Javier San Román. Fue corto, pero intenso.
-En tu segundo corto como directora, “Tutoría”, relatas una historia bastante dura de fracasos y reproches personales. ¿Te resultó difícil escribir ese guión y luego protagonizarlo?
No... cuánto más difícil, y complejo es tu personaje creo que es más sencillo de abordar… de sacarle jugo; porque quiere decir que lo tiene… quizá le dedicas más tiempo, en este caso el tema de la prostitución siempre me atrajo desde el punto de vista de actriz, y guionista. Tenía claro el objetivo de la historia, el encuentro de ambos (profesor/alumna) en un prostíbulo de lujo, años después…. Lo más difícil fue rodarlo en plano secuencia, pero también contaba con el apoyo de José Carlos Ruiz.
-¿Te documentaste en algún libro o algo para crear a Tania, la prostituta de lujo que protagoniza “Tutoría”?
Sí, había visto muchos documentales por Internet… es un tema que me apasiona. Tengo que reconocer que me gusta y siempre que veo un documental o algo me fijo mucho y le doy vueltas a la cabeza. Porque, además, es una profesión, dicen, de las más antiguas del mundo. Entonces, algo pasa con “eso”, ¿no?
-En este corto fuiste ayudada en la dirección por José Carlos Ruiz…
Sí, siempre estuvo en el proyecto. Desde que escribí el guión. Se lo leyó, le encantó la idea, le gustó la historia, lo veía para dirigirlo y siempre estuvo él desde el principio.
-¿Cómo se dirige un corto entre dos personas?
Bueno… es un consenso, realmente. Delegué muchísimo en él la dirección. Lo teníamos muy claro los dos.
-¿Piensas dirigir algún corto después de “Tutoría”?
Sí, estoy ahí con ideas y proyectos. De momento, estoy escribiendo.
-Cuando escribes guiones, ¿prefieres personajes cómodos con los que estés a gusto o prefieres crearte personajes complicados?
A mí me gustan los conflictos y los personajes complejos con contradicciones. Que tengan mucha chicha, la verdad.
-Pasando a los largometrajes, tu primera incursión en fue en la película “Azuloscurocasinegro”. ¿Cómo te surgió la oportunidad de trabajar en este largo?
Yo conocía a Daniel Sánchez Arévalo de varios cortos en los que habíamos trabajado juntos y bueno… él ya me tenía en mente para un personaje, Natalia.
-¿Cómo te preparaste a Natalia, un personaje fundamental para que Jorge (personaje protagonizado por Quim Gutiérrez) evolucione?
Ensayamos mucho con el director, con Quim Gutiérrez y todos los actores. Hubo varios ensayos, se habló mucho del guión, del personaje…
-¿Te hubiera gustado que Natalia hubiera tenido otro fin?
Hombre sí, pobrecita… (risas) Me imagino que luego le fue bien, seguro.
-¿Volverías a protagonizar, si te surgiera la oportunidad, una película como “Azuloscurocasinegro”?
Yo encantada. Que me las ofrezcan.
-Tras esta película, tu siguiente trabajo ha sido en la película “Amores Locos”, que ha ganado el Premio del Jurado Joven en el Festival de cine de Málaga. ¿Puedes contarnos de qué va esta película?
Amores locos se estrenará en febrero e interpreto a una prostituta de lujo, una húngara un tanto sospechosa…
-¿Otra vez?
Sí, además fue muy seguido. Acababa de estrenar Tutoría, me llamaron para ese papel y no me lo podía creer, pensé en las extrañas energías que se estaban moviendo… sería una señal del cosmos?
-También has trabajado en videoclips. ¿Qué diferencia hay entre rodar un videoclip frente a un corto o un largo?
Los videoclips son muy divertidos. El protagonismo es de la canción, nunca haría uno si la canción o el artista no me llega.
-¿En qué videoclips podemos verte últimamente?
En el último de Julio De La Rosa, del tema Caradura.
-Para ir terminando, ¿qué te animó a montarte Larisadelúltimo?
Larisadelúltimo Producciones es mi productora y con ella estoy levantando proyectos poco a poco. El primer proyecto que hemos sacado adelante ha sido la obra de teatro eNBlanco.
-Hablando de “eNBlanco”, que se estrenó hace poco. ¿Qué nos puedes decir de esta obra?
Fue toda una experiencia, dura y de desgaste, porque me dediqué en cuerpo y alma durante meses… llenamos la sala, y aprendí mucho.
-¿Volveremos a ver “eNBlanco”?
eNBlanco, de momento está en reposo…
-Con Larisadelúltimo también das clases de interpretación. ¿Qué puedes decirle a la gente para que se anime a apuntarse?
Es un taller de teatro de nivel iniciación para gente que tenga ganas de experimentar, probar y hacer algo creativo. No está dirigido a actores y es más para todo tipo de públicos. Es decir, cualquier persona de cualquier profesión a la que le apetezca probar, puede venir. También hay gente relacionada con el medio, pero que a lo mejor no son actores, sino que se dedican a producción o a dirección. Es una experiencia que empecé hace casi dos años y que está yendo muy bien. Si alguien está interesado, puede mandar un email para pedir información a pallaresteatro@gmail.com
-Volviendo al cine o los cortometrajes, ¿estás preparando algo?
Sí, ahora estoy escribiendo otra pieza teatral, y más cositas…
-Por otro lado, también estás preparando un libro de poemas…
Sí, pero me está costando mucho, así que creo que va para largo. (risas) Porque tal y como los escribo, los borro… es horrible. Siempre he escrito poesía, desde hace muchos años. Es mi faceta oculta, muy privada. Tengo mucho escrito, pero no lo muestro. Es muy para mí, como desahogo en momentos muy personales e íntimos.
-¿Alguna vez has intentado hacer un corto más comercial y menos personal?
Sí, siempre pienso en lo comercial. A mí me encanta lo comercial, siempre que sea bueno. Lo comercial tiene que funcionar, porque lo otro puede ser una paja mental que te encanta a ti, lo haces y dices “qué bien, que a gusto estoy”. Pero si haces algo comercial, tiene que funcionar. Si no, se queda a medio camino y ni te gusta a ti, ni le gusta a los demás, vamos un absurdo innecesario…
-Ya está, eso es todo. Muchas gracias.
Entrevista realizada por José Luis Mora
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