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Ficha libro:
Título Original: Asimov Ciencia Ficción. Número 8
Editorial: Ediciones Robel
Autor: Varios
Nº páginas: 196 págs
Precio: 5,95 €
Una carta en el correo de los lectores de esta revista sirvió para que el editorial de este mes lo dedicaran a pensar qué es la ciencia ficción y cómo deberían ser los relatos o novelas adscritos a este género.
En muchos casos puede resultar difícil decidir a qué género pertenece cada obra y más aun cuando en una misma pueden mezclarse varios géneros, desde el fantástico al terror, pasando por la comedia o la novela romántica.
En todo caso, mientras que sean buenas historias que entretengan poco importa el tipo de clasificación que quieran ponerles tanto los lectores, como los críticos o los propios editores.
Y hay de todo en este número, pero comencemos primero por los contenidos teóricos.
En la sección Reflexiones de Robert Silverberg este autor nos habla de los métodos de escritura que han tenido los escritores a lo largo de la historia y de cómo el progreso (primero con la máquina de escribir y posteriormente con los procesadores de texto de los ordenadores) ha sido de mucha utilidad para los novelistas.
Imprescindible, como todos los demás artículos aparecidos en esta sección.
A los “… del mes” decido darles otra oportunidad y opino que, aunque no son necesarias, tampoco molestan y sirven para orientar para que el lector de una revista eminentemente literaria se haga una pequeña idea de lo que se publica en este género, ya sea en forma de libros, de cómics o de películas.
En cuanto a los contenidos puramente literarios, esta revista incluye relatos que en algún caso podría decirse que tocan de refilón la ciencia ficción y otros que de ciencia ficción sólo tienen el entorno donde se desarrollan, pudiéndose contar la misma historia en otro tipo de géneros.
Tycho y el ayudante de astrónomo de Liz Williams es un relato ameno y bien escrito que mezcla personajes reales con otros ficticios y que tiene más de fantástico que de ciencia ficción, pese a que dos de sus protagonistas son científicos, y en él Kepler (sabio que en el Renacimiento idearon la teoría de que la Tierra gira alrededor del Sol) nos narra cómo cuando fue ayudante de un científico llamado Tycho intentó capturar a un ángel.
Un mundo de Reflejos es la última “travesura” de Angel Torres Quesada, uno de los grandes de la ciencia ficción que parece haberse especializado últimamente en escribir relatos de ciencia ficción de tintes humorísticos y satíricos.
Si en El Visitante, su anterior relato publicado en esta revista arremetía contra el mundo editorial y en la reciente novela Los Sicarios de Dios centraba su punto de mira en las Religiones; en esta ocasión es más disperso y embiste con su habitual mordacidad y mala leche contra varios aspectos de esta sociedad consumista en la que nos toca vivir, contra los abogados, las grandes empresas…
Todo ello con un tono de humos que a más de uno le recordará al que usaban los guionistas de la serie de animación Futurama.
La Locura de las Multitudes de Paul McAuley es una historia que me recuerda vagamente a la novela Leviatán de Paul Auster en su inicio y en su estructura narrativa.
Estudios sobre los orígenes biológicos de la agresividad del hombre y teorías de la conspiración se dan la mano en este, en momentos, inquietante relato.
La Boca del Infierno de Tim Sullivan mezcla la narrativa histórica con la ciencia ficción para narrar el “descenso al infierno” de Gayo Carnuleiano Gesio, un ciudadano del Imperio Romano después de acceder a los deseos de su amada para que investigue esa boca del infierno.
Excelentemente documentada y ambientada, en este interesante relato casan a la perfección dos géneros literarios muy dispares.
La Emperatriz de Marte de Kage Baker es un western ambientado en un planeta Marte que narra las aventuras de Mary Griffith, propietaria de un bar llamado La Emperatriz de Marte, situado en un asentamiento de colonos humanos en el planeta rojo.
Divertido, con acción y todos los ingredientes propios de las típicas novelas del Oeste de Estefanía, Zane Grey o Silver Kane, no es de extrañar que por méritos propios sea finalista a los Premios Hugo a la mejor novela corta.
¿Qué hace ahí, amigo lector, que no va a la librería a comprarse esta revista?
Le aseguro que no le defraudará.
José Luis Mora
jmazarias@dreamers.es
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