La espera ha valido la pena. Al fin llega a nuestro país, de la mano de Panini el primer tomo de Supreme Power, incluyendo sus primeros seis números. No son la Liga de la Justicia, no son el Escuadrón Supremo clásico, son mucho max.
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Lo primero que el lector habitual se puede preguntar ojeando en su punto de compra este tomo de Supreme Power es que tiene que ver este comic con el resto del Universo Marvel. La respuesta es nada …y todo. Supreme Power es una actualización de los personajes del ya mítico Grupo Escuadrón Supremo, que a su vez eran un homenaje a la Liga de la Justicia de DC, y fueron creados en origen para encontrarse con los Vengadores en un tiempo en que los crossover entre editoriales eran aun algo impensable.
Así, no es de extrañar que en las primeras paginas veamos como una nave que contiene un bebe se estrella en la tierra y es recogida por una pareja. Pero apenas en la sexta, la historia toma un giro totalmente distinto. Tenemos a un bebe venido de las estrellas, a un hombre con una gema con grandes poderes, a un velocista e incluso a un vigilante enmascarado que bien poco tienen que ver ni con sus versiones originarias ni con su encarnación anterior. Todo ello al amparo de MAX, la línea adulta de Marvel, la cual en esta ocasión no es usada como excusa para mostrarnos escenas de cama ni ristras de palabrotas como en alguna ocasión anterior sino para explorar mas a fondo en todos los aspectos de los personajes.
Por si fuera poco, contamos con un equipo creativo de lujo, escribe J Michael Straczynski, conocido por todos de su trabajo en Amazing Spiderman e ilustra el mejor Gary Frank desde los tiempos de Midnight Nation (también creación, por cierto, de Straczynski).
En definitiva es un excelente tomo, que nos trae nuevas versiones de conceptos conocidísimos, pero a la vez no se priva de hacer pequeños guiños a sus versiones originales, de un título cuyo éxito en USA hasta ha ocasionado la aparición de series limitadas centrándose en cada uno de sus personajes.
Esperemos cuente con la misma aceptación en nuestro país. Personalmente, a mi no me ha defraudado.
Juanma Conde, “Juanmito” juanmito@dreamers.es
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