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Sinopsis
John Hancock, el único superhéroe que conoce la tierra, es un alcoholico acabado que vive como un pordiosero. Es rudo, malhablado, chapucero, borde e impresentable. Provoca más daños que los delincuentes a quienes encierra y despierta más odio que admiración entre los ciudadanos de California. Una sucesión de casualidades le llevan a cruzarse con Ray (Jason Bateman), un relaciones públicas idealista que intentará devolver a Hancock la imagen que debería tener todo superhéroe de pro.
Opinión
Es dificil últimamente encontrarse con un producto que resulte a la vez divertido y comercial. Hancock es el ejemplo de lo que debería ser el cine de entretenimiento. Espectacular, divertido, con toques de humor sutil y zafio a la vez. Referencias al Warrenellinismo y un par de sorpresas interesantes.
Partiendo del un concepto que aun no se ha explotado demasiado en el cine, de que los superhéroes son autenticos superpeligros (apenas se ha tocado el tema en "Los Increibles"), Hancock recuerda un poco a "Control de Daños" de Marvel, una miniserie que trataba de los tipos que tenían que limpiar los desbarajustes que provocaban las aventuras de los héroes. Un duelo a muerte entre Hulk y La Cosa? No pasaba nada, al final toda la quinta avenida estaba en ruinas, pero el cómic ni se enteraba.
Con la llegada de los nuevos tiempos, son muchos los fans y los autores que se preguntan cuales son las consecuencias de las acciones reales de los supers, y en Hancock han sacado jugo de esta idea.
Los efectos están más que correctos y la acción, brutal. Un buen cambio tras la basura infográfica que nos trajo la última peli fantástica de Smith, "Soy leyenda".
El trio de protagonistas deslumbra glamur. Will Smith hace de acabado marrullero tan bien como de superhéroe confuso, Theron está más que correcta y Bateman es un soplo de aire fresco, para quienes le guarden cariño de "Arrested Development", serie que protagonizaban, le verán aqui seguír en su onda de pringadillo encantador.
En resumidas cuentas, una película digna de ser vista, no vamos a decir que sea un peliculón, pero no me arrepentiría de verla en el cine. Y eso es más de lo que los Indiana Jones o los Sayamalanes me han hecho decir ultimamente.
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